Lo cotidiano y lo importante

     En mi infancia todos los vecinos se sentaban en la calle y esperaban la telenovela principal de los canales de aire. La tribuna donde se comentaban los últimos sucesos de los capítulos eran el almacén, las reuniones con amigos, el trabajo o cualquier ámbito cotidiano. 

    

    Hoy en el ómnibus leo las noticias del día de los grandes medios: el beso de la inmaculada Loli Ponce con su ex pareja Lacalle, la semana pasada fue el primer encuentro, la anterior, la ropa que usaban cuando se vieron, las salidas en privado de ambos, las selfies que se sacan...

    El ómnibus se detiene. Miro los automóviles esperando que el semáforo se ponga en verde, que pocas caras alegres, gestos agotados, un tipo recorre el pasillo entre los autos pidiendo una moneda e insulta a un chofer que lo había ignorado. El ómnibus avanza, del otro lado de la ventana, los habituales hurgadores, gente durmiendo en el pasto bajo los rayos de sol en avenida Italia.

 

    Leo los comentarios en la noticia del presidente, parece la tribuna en un partido de fútbol clásico. Así que me pregunto:

¿La realidad está en eso que muestra el celular?

¿Es eso del otro lado de la ventana?

¿No es ninguna de las dos y lo real no es más que fragmentos de algo que nunca sabremos?

¿Es un rejunte de todo?

    Por suerte por pensar estas cosas en estos tiempos ya nadie dirá que estamos locos, sino que invadirá una sensación a cada uno por separado de que caminamos constantemente en limbos…. ¡Hey, me olvidé de la inteligencia artificial!