top of page

Ventanas

Ventanas

      Ventanas que nos mirandesde arriba, apenas distanciadas de la locura que transita por las calles. Desde abajo, muy pocos miran hacia lo alto; no hay tiempo, hay preocupaciones, hay prisas que buscan llegar a tiempo, hay ilusiones, hay máscaras y millones de actores.


     Quienes habitan las ventanas observan a los actores de abajo encarnar sus papeles cotidianos: uno que se arregla el pelo, otro que con su caminar se lleva el mundo por delante, aquella que encuentra espejos para su vanidad, y aquel que mantiene la ética al pasar una señorita. Y cuando los actores creen que no son observados, revelan sus miedos, sus inseguridades, sus egos. Los reflejos se tornan espejos, los caballeros se convierten en animales, los peinados y la vestimenta sufren mil retoques, las escupidas son instintivas, los mocos terminan en las paredes.


     Todo sucede ante la moral burlona de esas ventanas. Y en las profundidades que esconden esos marcos, hombres y mujeres miran con la seguridad de ser ajenos a la escena, ignorando que otros públicos, desde otras ventanas, se ríen y se burlan de sus cuerpos sin maquillajes, de sus posturas excéntricas, de sus actos sin control, de sus caras sin pudor, de sus vidas tan íntimas, tan suyas y tan de nadie.

bottom of page