Encuentros
Cristóbal permitía la entrada a muy pocas personas en su taller de pintura. Pasaba días enteros encerrado, inmerso en su arte. Sus obras eran increíbles y, aunque a ojos inexpertos parecían terminadas, él siempre sentía que les faltaba algo.
Solía invitarme a ver algún cuadro en proceso y siempre que podía iba, ya que su pincelada sutil e introspectiva me llevaba a lugares contemplativos y reflexivos.
Desde los quince años, Cristóbal viajaba por el mundo. Vivió en templos budistas, en la Amazonia, China, Tailandia, y muchos otros lugares. Un día, me confesó que quería establecerse, ya que estaba cansado de ser un nómada. Sin embargo, cada vez que intentaba quedarse en un lugar, el miedo lo atrapaba y preparaba otro viaje. "Hay viajes que son huidas," reflexioné en voz alta. Él encendió su cigarrillo, se sirvió un café, lo contempló inmóvil y respondió: "Los viajes son búsquedas y encuentros. Encuentros con otros y con uno mismo."
Enseguida dijo que había encontrado lo que necesitaba para terminar una pintura. Mientras me despedía, pensé que no solo los viajes son búsquedas y encuentros. Días después, Cristóbal desapareció por un largo tiempo.
Espero ansioso nuestro próximo encuentro.