El maldito rock

Frecuentaba un almacén, me sentaba en la vereda a tomar mate. Ahí estaba Julius un rockenrolero de los de antes que nunca abandonaba sus auriculares, siempre ajeno al mundo. Cuando me veía se sacaba los audífonos y hablábamos de bandas legendarias. Me contaba de los conciertos en su juventud, de los prejuicios de la gente y de su sueño de hacer ruta en motocicleta. Tenemos que hacer ruta juntos , te imaginás nosotros en la carretera, adelante el horizonte infinito y al costado el desierto, cada uno escuchando su música, le dije. Yo escucharía " born to be wild ", respondió al tiempo que se levantó de la silla y se puso a tocar las cuerdas invisibles de la guitarra.
La gente pasaba y miraba extrañada, pero a Julius no le importaba nada, estaba en su mundo. Estiré las manos y me imaginé en una Harley andando rápido, cada vez más rápido, viendo la gente pasar, sintiendo la brisa y pensando que de verdad estábamos en esa carretera. De pronto, Julius dejó de cantar y se sentó sonriente.
"¡Me duelen las rodillas, pero qué buen rock and roll. Por un momento me hiciste soñar que estaba ahí, sentía todo, que hermoso viaje. Mañana hay que volver a trabajar la....!"
Asentí con la cabeza, y volví a estar en esa calle. Me quedé mirando la gente pasar, todos apurados, todos sin tiempo, sin horizonte. Suspiré y dije:
" Rock and roll, el maldito rock and roll"