top of page

Descontaminados

Descontaminados

    Conocí un hombre sabio que había decidido vivir en la calle. A veces nos sentábamos a charlar; él me pedía que le hablara de libros y yo le preguntaba sobre la vida. Un día, me vio muy callado y taciturno. "A veces todos necesitamos descontaminarnos; hay que sacar afuera las cosas, pero no para los otros, sino para uno mismo", me dijo. Se levantó y se fue repitiendo: "descontaminarnos".


     Pasaron unos meses sin vernos. Un día, lo encontré de casualidad.


—Se te ve mejor, amigo —me dijo.

—A veces hay que descontaminarnos —respondí.



©  Aníbal Nario

bottom of page